ORFEO Y EURÍDICE, SU AMOR CASI LOGRA LO IMPOSIBLE...

 Hoy me he levantado con ánimo musical, así que cogí mi móvil, empecé a escuché música y busqué alguna historia de la música para este blog. Buscando en Internet, encontré la bella historia de Orfeo y Eurídice. Esta es su hermoso mito:

 Orfeo era un personaje de la mitólogía griega que, con sus canciones, alegraba a todos los dioses y hacía que sus almas descansaran con su lira. Así se enamoró de Eurídice, era una bella ninfa auloníade (de las montañas y valles). Orfeo y Eurídice se querían mutuamente. Orfeo amaba a Eurídice, y Eurídice quería a Orfeo.
 Pero un fatídico día, Eurídice mure. Las razones de su muerte se desconocen, ya que existen distintas versiones: unas cuentan que fue mordida por una serpiente al intentar escapar de Aristeo (hijo de Apolo) y hay otras versiones que narran que Eurídice murió mientras paseaba con su amado. En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba de la muerte de su querida cantando canciones, con su lira. Los dioses y ninfas cansados del apenado Orfeo y de sus llorosas canciones, le aconsejaron que bajase al inframundo y que le pidiera a Perséfone y a Hades la vida de Eurídice. En su camino, Orfeo tuvo que sortear muchos peligros e incluso usar su música para derrotarlos. Al ver esta valentía de aquel muchacho, los reyes del inframundo deciden devolverle a su Eurídice, pero con una sola condición: que Orfeo caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos del Sol bañasen a la mujer. A pesar de las ansias de Orfeo y los trayectos de caminos en los que asaban cerca de demonios u otro peligro, el valiente muchacho no volvió la cabeza. Al llegar a la superficie, Orfeo miró a su amada con todas sus ansias.
  Pero Eurídice no estaba aún en la superficie y su pie todavía estaba en tierras del inframundos. En el mismo instante la amada de Orfeo fue arrastrada por un fuerte viento hacia Hades, y esta vez, para siempre. Orfeo intentó recuperarla, pero Caronte (barquero de las aguas del inframundo y de los difuntos) se lo impidió. El muchacho volvió a su tierra solo y desamparado y mantuvo fidelidad a Eurídice hasta el día de su muerte.

 Miles de años después de este mito, en 1762, el compositor alemán Christoph Willibald Gluck 'restauró' esta fábula en una obra de tres actos. 

 Bueno, y eso es todo por lo que sé del mito de Orfeo y Eurídice. Hasta la próxima y recuerda: ¡¡SE FELIZ A TU MANERA!!